Paracaídas hidroeléctrico

Inspirado en la rueda de agua de Patric Henretty (patente de 1899), Gerald Erwin Steelman propuso en 1975 una cadena de paracaídas que recogía la energía cinética del agua de los ríos o del mar. Al contrario que los dispositivos de flote (lift) como las turbinas eólicas o las hélices, este invento funciona gracias a la fuerza de arrastre (drag), que está mucho más adaptada a las corrientes de baja velocidad. Este dispositivo puede ser instalado a bordo de un barco de vela para alcanzar una autonomía energética. La densidad del agua es una fuente concentrada de energía (1000 veces más que la velocidad de aire equivalente) y este recurso es potencialmente mucho más estable en el tiempo que el viento o el sol. -> Para saber más http://www.google.com/patents/US3887817 y http://www.google.com/patents/US20100127501