Leonardo da Vinci y el imaginario solar

Ampliamente conocido en todo el mundo por su obra artística, Leonardo da Vinci fue también un brillante ingeniero e inventor. Fascinado por la energía hidráulica… pero también solar, imaginó todo tipo de dispositivos utilizando los juegos de lentes. El diseño, “alegoría de las empresas humanas”, representa el sol que llega a una brújula. Un arado se encuentra en segundo plano. En cuanto a la cinta, es el símbolo del conocimiento. Entonces Leonardo era consciente de la importancia del sol en las empresas humanas. De acuerdo con varias fuentes, consiguió encontrar un método para soldar el bronce usando la energía solar, con la intención de realizar una estatua ecuestre monumental en honor a Ludovico Sforza, el duque de Milan. Sin embargo, el proyecto se fracasó: al final, las 100 toneladas de bronce destinadas al monumento fueron utilizadas para fundir los cañones necesarios para frenar los soldados franceses de Luis XIII. A pesar de esto, el ejército francés tomó la ciudad en 1499, asestando un golpe fatal al proyecto del monumento ecuestre.

Aquí está un texto escrito por el artista e ingeniero toscano acerca de la natura del calor del Sol:

“Prueba que el Sol es caliente por Naturaleza y no por Virtud. Que el sol es caliente por naturaleza y no por virtud, el esplendor del cuerpo solar del que el ojo humano no puede soportar la vista durante mucho tiempo es una prueba manifiesta. Además, los rayos que reflejan los espejos cóncavos lo demuestran con evidencia, ya que cuando el brillo de su percusión se vuelve insoportable por los ojos, su fulgor es totalmente parecido con el del sol en su verdadera posición. La verdad de esto puede se demostrar: si un espejo tiene la superficie cóncava necesaria para generar este rayo, nada podrá resistir al calor de una tal percusión de los rayos reflejados por el espejo. Y si tú dices que el espejo también está frío, aunque emite rayos calientes, yo contesto que el rayo viene del sol y tiene que atravesar el espejo para asemejarse a su fuente, y que puede pasar para cualquier miedo a su antojo.”