El fin de la zootecnia y de la tracción canina

Antes de ser el mejor amigo del hombre, el perro tuvo muchas funciones, especialmente la de tirar las carretas de los pequeños comerciantes (por las cortas distancias eran más rentables que los caballos o los burros). Además, los perros fueron utilizados por muchas máquinas en los talleres y por los artesanos.

Progresivamente quedados anticuados por causa del auge y del perfeccionamiento de las máquinas, según el paleo-investigador François Jarrige, fue sobre todo la modificación de la percepción social frente a este animal a causar el fin de su explotación.

Así, “la causa principal no es la ineficacia del motor canino, sino las representaciones asociadas a él. El perro se ha convertido en un compañero íntimo, más que los otros animales”. Además, a la época del progreso técnico, su utilización estaba percibida como arcaica y nefasta por la economía.

La Sociedad de Protección Animal, creada en 1845, fue uno de los grandes militantes contra el trabajo canino, y condujo la lucha durante todo el siglo XIX.