En 1947, Jean Laigret, inventor de la vacuna contra la fiebre amarilla, anunció poder producir petróleo a partir de residuos orgánicos. En su laboratorio en el Instituto Pasteur de Túnez, Jean Laigret identificó la bacteria que produce petróleo y procesó diversos residuos orgánicos, convirtiéndolos en petróleo. En aquel momento los periódicos hablaban de una revolución energética a nivel global. Por desgracia la patente cayó en el olvido. Nosotros hemos decidido trabajar con el centro de biohacking “La Paillasse” de París, un laboratorio experimental de trabajo sobre biotecnología en colaboración con una red global de investigadores, para intentar exhumar y re-evaluar el trabajo de esta bacteria con las tecnologías de hoy en día.
